Juan Nepomuceno Pérez Vizcaíno quiso pasar por la vida como un desconocido; lo estaba logrando como burócrata, pero su genio lo empujó a escribir, ahora el mundo entero lo recuerda con el imperecedero nombre de Juan Rulfo. El 30 de junio de 1945, en el número cuarenta de la Revista América, se publicó un cuento titulado “La vida no es muy seria en sus cosas”. Animado por el escritor Efrén Hernández, un tímido y retraído Juan Nepomuceno Pérez Vizcaíno, burócrata de la Secretaría de Gobernación, jalisciense de origen, hacia su modesta aparición en las letras mexicanas. Poco después, en Guadalajara, en una revista que hacían Juan José Arreola y Antonio Alatorre, el escritor en ciernes publicó otros cuentos. Pasando la mitad del siglo, los cuentos publicados, excepto el primero, pasaron a formar un volumen titulado El llano en llamas . Y dos años más tarde aparecía la novela Pedro Páramo . Para entonces, Juan Nepomuceno Pérez Vizcaíno había rescatado un apellido de sus...
Blog de Héctor González Aguilar