Ir al contenido principal

William Faulkner


William Faulkner es uno de los novelistas norteamericanos más importantes. En su propio país la fama no le llegó de inmediato, sucedía que el público quedaba perplejo con el contenido de sus obras. Recibió el premio Nobel de Literatura a mediados del siglo XX, cuando ya había publicado unas veinte novelas. 

No es un escritor fácil de encontrar ni, mucho menos, de leer, no se le halla en cualquier librería y para los lectores no asiduos es casi un desconocido. Su estilo exige que el lector se ocupe en desenmarañar sus relatos, que, sin embargo, son perfectos. Juega con el tiempo de la narración, ensambla historias y recurre a varios narradores. Por si lo anterior fuera poco, interrumpe el discurso con divagantes monólogos internos y sus frases complejas y enrevesadas a veces se alargan demasiado. 

Para iniciarse en la obra de Faulkner algunos recomiendan la lectura de El villorrio, novela escrita en 1940. Ambientada en una zona rural del sur de los Estados Unidos –en donde se desarrollan la mayoría de sus historias-, El villorrio es una de las novelas de construcción más sencilla; aún así, el lector debe participar activamente en la ilación de la trama. Presenta una serie de relatos ensamblados que en apariencia no tienen ni comienzo ni fin. Da la idea que el narrador asume que el lector está al tanto de la historia; como si ambos reanudaran una añeja plática sobre algo truculento. 

Mientras se desanuda el tema principal el lector se entretiene con las historias: un hombre que resulta engañado cuando estaba seguro que él sería el engañador; un vaquero obcecado por el amor, no de una mujer, sino de una vaca que habita en un corral ajeno; el hombre que logra embaucar a todo un pueblo vendiéndole unos caballos salvajes como si ya estuvieran domesticados; y, finalmente, el agente de ventas que cree conocer todos los trucos, cae en una trampa tendida muy sutilmente. Sólo hasta el final se da uno cuenta de que todos los relatos están entretejidos alrededor de un hombre, bajo y ruin, que simboliza la corrupción norteña que ha llegado a invadir el honorable sur de los Estados Unidos.

Faulkner murió el seis de julio de 1962. Dejó una huella importante en la literatura latinoamericana, influenciando con su estilo a varios escritores, entre ellos los mexicanos Juan Rulfo y Carlos Fuentes. Efectivamente, leerlo no es nada fácil, pero en el empeño está la satisfacción.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Marc Bloch y su idea de la historia

La palabra "historia" significa investigación y viene, como muchas otras palabras castellanas, del griego. Ese es su origen etimológico, pero, ¿qué es la historia?    A través del tiempo se han elaborado diferentes definiciones, aquí seguiremos brevemente la obra Introducción a la historia , de Marc Bloch, renombrado historiador francés, fundador -junto a Lucien Febvre- de una corriente historiográfica de gran influencia en el siglo XX: La Escuela de los Annales. Bloch busca el objeto de estudio de la historia para definirla. No comparte la idea, tan extendida entre nosotros, de que la historia sea la ciencia del pasado, esto, además de simple, es inexacto, nos dice. Haciendo eco de historiadores anteriores a él -como Michelet o Fustel de Coulanges- explica que el objeto de la historia es el hombre. Y aun lo precisa mejor: la historia estudia al hombre a través del tiempo. Esta definición nos lleva a considerar que el tiempo presente también es objeto de la historia, cue

Manuel Gutiérrez Nájera, el Duque Job

Considerado como un romántico tardío o como el iniciador del modernismo hispanoamericano, Manuel Gutiérrez Nájera, poeta, ensayista, cuentista, cronista de la vida citadina, crítico de teatro y de literatura, es uno de los escritores representativos de la segunda mitad del siglo XIX en México.  Semblanza biográfica Nació el 22 de diciembre de 1859 en la ciudad de México. Su padre tenía relación con el teatro, por lo que desde pequeño entró en contacto con la vida teatral y con la literatura española del Siglo de Oro. Comenzó a escribir desde muy joven y pronto manifestó su admiración por los escritores franceses más recientes. Incursionó en el periodismo, en la prensa llegó a plasmar sus ideales estéticos. Abogaba por una literatura cosmopolita, nutrida por las influencias europeas, pero sin deslindarse de las raíces americanas. En palabras de Justo Sierra, en sus últimos años logró amalgamar el espíritu francés y la forma española. También tuvo alguna participación en la política, au

LOS SILENCIOS DE JUAN RULFO

  Juan Nepomuceno Pérez Vizcaíno quiso pasar por la vida como un desconocido; lo estaba logrando como burócrata, pero su genio lo empujó a escribir, ahora el mundo entero lo recuerda con el imperecedero nombre de Juan Rulfo.   El 30 de junio de 1945, en el número cuarenta de la Revista América, se publicó un cuento titulado “La vida no es muy seria en sus cosas”. Animado por el escritor Efrén Hernández, un tímido y retraído Juan Nepomuceno Pérez Vizcaíno, burócrata de la Secretaría de Gobernación, jalisciense de origen, hacia su modesta aparición en las letras mexicanas. Poco después, en Guadalajara, en una revista que hacían Juan José Arreola y Antonio Alatorre, el escritor en ciernes publicó otros cuentos. Pasando la mitad del siglo, los cuentos publicados, excepto el primero, pasaron a formar un volumen titulado El llano en llamas . Y dos años más tarde aparecía la novela Pedro Páramo . Para entonces, Juan Nepomuceno Pérez Vizcaíno había rescatado un apellido de sus antepasa